El STI y la gran apuesta a la modernización y digitalización del sistema judicial

La calidad en la prestación del servicio de justicia para los misioneros representó siempre una gran preocupación para el Poder Judicial. Y uno de los aspectos que más se fortaleció durante el último tiempo en Misiones, si se quiere impulsado por el inesperado arribo de la pandemia, fue la apuesta al trabajo de modernización de las estructuras judiciales y de la digitalización de los procesos informáticos como método para mejorar la gestión tribunalicia.

Para ello, resultó más que clave el trabajo del equipo de la Secretaría de Tecnología Informática (STI) -dependiente del Superior Tribunal Justicia (STJ)-, cuyo rol en la optimización de estos nuevos procesos resulta fundamental para materializar dichos cambios.

La STI, que fusiona la antigua Secretaría Informática y la Secretaría Técnica Informática, fue adaptada para enfrentar grandes desafíos que el ámbito de la tecnología viene demandando. Está integrada por abogados, ingenieros, analistas, licenciados, técnicos y otros profesionales de las ciencias auxiliares de la informática y afines de toda la provincia.

Para conocer un poco más de cómo impactaron estos nuevos procesos de modernización y qué resultados tuvieron en los primeros meses del año, principalmente post cuarentena, El Territorio entrevistó a Cristian Marcelo Benítez, ministro de Enlace del STJ de Misiones.

Tanto él como el secretario del STI, Nicolás Iván Roitfeld, y su coordinador, Ricardo Daniel Lovera, son los voceros más representativos y fuertes impulsores de las actividades que se llevan a cabo desde la mencionada área.

¿Cómo se ajustó la Justicia a los tiempos de pandemia?
Antes de la pandemia, en particular en todo el 2019, se trabajó fuertemente en la implementación de nuevas herramientas tecnológicas en distintas áreas y en mejorar las funcionalidades del sistema de gestión digital de expedientes, más conocido por sus siglas como Siged e implementarlo en todas las instancias y fueros de la provincia.

Técnicamente es un software que permite gestionar un modelo de administración de expedientes judiciales digitales que cubre la totalidad de los fueros y dependencias administrativas, utilizando la tecnología de firma digital para la generación de los documentos digitales. El sistema informático con el que opera el Poder Judicial y sus auxiliares como los abogados, es desarrollo propio con talentos humanos locales y nuestros, no es un sistema tercerizado. Eso es lo que nos permite ir mejorando exponencialmente ya que el desarrollo del sistema es a medida de nuestras realidades judiciales misioneras.

Pero no sólo se trata de digitalizar los procesos judiciales, es mucho más que eso. Responde a una visión de cuál es el poder judicial que queremos y pretendemos para los próximos años. En esa visión, la implementación y uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s) es la herramienta para brindar un servicio de justicia ágil y de calidad, y lo que tanto demanda la sociedad, ser más expeditivos.

Todo ese trabajo hecho antes del surgimiento del Covid-19 es lo que nos permitió y permite afrontar positivamente este nuevo contexto de adversidad sanitaria y social. Demás está decir que la pandemia aceleró la puesta en marcha de proyectos ya existentes.

Como se puede ver, todos los logros obtenidos responden a un equipo de trabajo integrado de distintas áreas del conocimiento respaldado con el asesoramiento del departamento jurídico informático yel acompañamiento constante del STJ.

¿Qué medidas se tomaron o qué nuevas metodologías de trabajo fueron las más importantes?
La tarea principal consistió en facilitar a través de herramientas informáticas la tarea de todos, teniendo en cuenta los cuidados de bioseguridad para todos. Por ello, nuestra primera preocupación fue desarrollar canales ágiles de fácil acceso y comunicación entre la ciudadanía y distintas dependencias judiciales y de estas con los profesionales del derecho.

A su vez, se adecuaron viejas prácticas forenses al nuevo contexto y para ello se desarrollaron nuevas funcionalidades en el Siged que permitieron al abogado y juzgados trabajar digitalmente tanto en las causas en trámite como así también con las nuevas a iniciarse, algunas de ellas por ahora sólo operativas en Posadas, pero pronto será extensibles a toda la provincia.

La tarea de la STI implicó también capacitar y llegar de manera pedagógica tanto al agente judicial, secretario, juez, como también a los abogados y otros actores que forman parte del sistema judicial. Por tanto, se reforzó la capacitación online.

¿Qué nivel de respuesta hubo de parte de los actores del poder judicial? ¿Aceptación o rechazo?
Las respuestas han sido en general de acompañamiento y aggiornamiento a estas nuevas realidades. Puede vislumbrarse que se va gestando un cambio cultural en el modo de trabajar, y, sin dudas, será en beneficio del justiciable, con el fuerte e invaluable acompañamiento de mis pares en todas las propuestas de mejoras que se han hecho.

¿Qué más se piensa a futuro en este aspecto de la Justicia y el uso de la informática y las tecnologías?
Hay que tener en cuenta que desde el siglo XX nuestro Poder Judicial ha tenido muy pocas variaciones en sus estructuras y la versatilidad de los problemas sociales actuales nos obliga de alguna manera a repensar esas estructuras. El modo de trabajar, la lógica aplicable a la hora de resolver y rediseñar las formas procedimentales. En definitiva, que tengamos un Poder Judicial más adecuado para dar respuestas a los diversos conflictos que se plantean en la actualidad es el gran desafío.

Hay una exigente sociedad que nos mira, evalúa y confronta, nos demanda celeridad y transparencia, y el uso de las nuevas tecnologías considero será el gran aliado en el camino transformador.

De algún modo, todos los que formamos parte del sistema de Justicia debemos alfabetizarnos informáticamente para aplicar esos nuevos conocimientos en la gestión tribunalicia.

¿En qué aspectos se mejoró el desenvolvimiento de las actividades normales en el ámbito del Poder Judicial?
Se mejoró en el modo de gestionar diariamente una oficina por parte de los magistrados y funcionarios. Se asimiló nuevas formas a las ya aprendidas y transmitidas de antaño.

Es un camino por recorrer aún, pero estamos en la senda correcta.

Si tuviera que destacar los aspectos que más resultados positivos trajeron durante estos últimos meses, ¿cuáles considera más importantes?
Que el viejo adagio judicial “acá siempre se hizo así” no fue impedimento para aprender nuevas formas de trabajar. Como también, que contamos con herramientas tecnológicas y talentos humanos para trabajar en pos de la nueva era judicial digital.

Voluntad, sobra. Conocimiento, abunda. El Poder Judicial de Misiones, considero, está a la vanguardia y en tiempos en que la pandemia ha paralizado todo, nuestra Justicia misionera lejos de detenerse se modernizó y al mismo tiempo continuó prestando su servicio tan elemental para un Estado de Derecho. Reivindico la labor de los hombres y mujeres que conforman nuestra Justicia misionera.

¿Cuántos juicios se resolvieron por videoconferencia o qué porcentaje se resolvieron por esa vía?
Ante el contexto de aislamiento, todas las oficinas judiciales se adecuaron a esa realidad imperante y fue el uso de las nuevas tecnologías lo que les permitió continuar con la prosecución de las causas e incluso finalizarlas.

Así podemos mencionar la toma de audiencias en distintos fueros por videollamadas o videoconferencia, incluso se han llevado adelante juicios orales. Todos ellos han redoblado sus esfuerzos, continuando sus nobles tareas sin dejar de bregar por el mandato constitucional por el cual han sido investidos y así entre todos efectivizar el principio proclamado en nuestro preámbulo de “afianzar la justicia”.

¿Cuáles son las conclusiones después de esto? ¿Fue, en cierto modo, positiva la circunstancia para acelerar procesos de informatización o uso de las tecnologías?
Siempre las conclusiones son positivas, en definitiva en un contexto de adversidad como el que nos toca transitar la realidad nos demuestra que existen formas y mecanismos para superar los obstáculos. Los procesos de cambios en ocasiones se presentan tempestivamente y hay que adaptarse a ellos, nuestro poder judicial no puede estar ausente al cambio.

Así que, visto en perspectiva, la aceleración en los procesos de informatización en las estructuras del Poder Judicial es considerado positivamente.

 

Por Agustín Mazo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Fuente : El Territorio

 

 

 

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